Comienza a bailarse en las comunmente conocidas farras o kizombadas. De hecho, la palabra kizomba proviene de kizombada, que significa "fiesta" en kimbundu, una de las lenguas más habladas en Angola. Se trata de una danza angoleña que se hizo popular en los 90 y está inspirada en la semba, el baile tradicional del país. Se baila en pareja, abrazados; pero la kizomba tiene un ritmo más lento y suave creando unos movimientos más sensuales, favoreciendo el contacto con la pareja.
Una curiosidad sobre el baile que conforma sus raíces es que semba vienen del singular massemba, que significa "toque de barrigas" en kimbundu.
Requiere mucha complicidad entre los bailarines, así como una capacidad de conducción por parte del hombre.
A mediados de los 90 en Portugal comienza a utilizarse la expresión kizomba para hacer referencia a toda la música africana que se bailaba en lo locales africanos. Sin embargo actualmente también alude a otros géneros que están emparentados históricamente, ya que su evolución está provocando la fusión con otros estilos de baile. Es semejante a la lambada brasileira y si coreografía fue enriquecida por añadidos de otros estilos de baile como la bachata y el tango.
Actualmente muchos angoleños emigran para enseñar kizomba alrededor del mundo entero.
Requiere mucha práctica y es preciso fortalecer la zona lumbar y el glúteo por el movimiento de cadera. Normalmente se genera un abrazo íntimo; el hombre abraza a la mujer con el brazo derecho y ella, a su vez, rodea con el brazo izquierdo al hombre apoyando su torso en él delicadamente. La conducción del hombre se realiza sobre todo a través del torso. Aunque es él quien dirige, ella será la que le de un estilo más elegante oo más sensual a la coreografía. Por eso hay que tener varias cosas en cuenta para que ambos bailarines aprendan de su pareja.
Como en todos los estilos de baile, la kizomba refleja emociones de los bailarines a través de su cuerpo y sus movimientos. La finalidad de este estilo es sentir cuando bailar, se trata de generar un vínculo con la pareja abrazándose delicadamente y no de forma demasiado brusca, comprendiendo los pasos de la otra persona y guiarla o seguirla (dependiendo del papel de la persona que baila) según el nivel o el ritmo que lleve.
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