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DANZA ORIENTAL

La danza del vientre, o más correctamente llamada danza oriental, es la evolución de distintas danzas antiguas tradicionales de Oriente Próximo con influencias africanas y griegas.

Se basa principalmente en el movimiento de pelvis sin desplazar el resto del cuerpo.

Tradicionalmente era unha danza para mujeres que se llevaba a cabo como ritual de fertilidad, de naturaleza o de temática religiosa. Con el paso del tiempo, los hombres participaron también en algunos tipos de danza del vientre como las de fantasía.

En sus orígenes se trataba de una danza folclórica improvisada con una sola bailarina, pero ahora existen coreografías enteras en las que participan varias bailarinas.

Los movimientos son generalmente suaves y fluidos coordinando distintas partes del cuerpo, alternando golpes rápidos; que representan vivacidad y alegría; con gestos lentos que simbolizan la tristeza.

Además, todos los movimientos de danza oriental están relacionados con la naturaleza: los pies bien apoyados en el suelo representan la tierra, los brazos alzados en forma de U representan las aves...)

En sus comienzos, las bailarinas utilizaban aceites aromáticos en las muñecas para perfumarse ellas y a los espectadores.

El vestuario varía dependiendo de la religión de origen de cada coreografía. También se puede clasificar según los movimientos que utilizan; como por ejemplo la danza de fantasía, que se desarrolló con el uso de accesorios que dan a esta danza un aire enigmático y espectacular, así como los velos, las alas de isis, abanicos de seda, etc.

Este tipo de danza llegó a popularizarse mucho en otros estilos de música, como es el caso del pop con la famosa Shakira. Sin embargo, los grandes bailarines de danza oriental siguen decantándose por la versión más tradicional.


Tiene muchos beneficios mentales: los bailarines afirman que mejora la autoestima y bienestar de aquellas personas que la practican regularmente. El baile es un buen ejercicio cardiovascular y este tipo de danza mejora tanto la fuerza como la flexibilidad. Se centra sobre todo en los músculos del torso (siendo recomendado incluso por médicos para las pacientes que están recuperándose del parto) y las piernas, pero fortalece también los hombros, brazos y tronco superior en general por el control del movimiento del velo.


Por todos estos beneficios, además de una manifestación artística, la danza oriental fue adaptada como un programa de ejercicio que alcanza cada vez más popularidad entre todo tipo de público independientemente del sexo o la edad.


¿Te animas a ejercitar el cuerpo con esta danza tan espiritual y sensual? Aquí os dejamos un fragmento de coreografía de Nadia, nuestra profe de Danza Oriental. ¡Esperamos que os guste!




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